martes, 14 de enero de 2014

Sin un mañana

!!Pom pom !!  Cerré la puerta con todas mis fuerzas, estaba cansada, no recordaba bien como había comenzado la discusión, ni siquiera sabía porque me había exaltado tanto... Bajé las escaleras a toda prisa, y cuando respiré el aire de la calle parece que me relajé un poco... Mis padres tenían la tecla para enfadarme, especialmente, mi madre, que si anoche llegué muy tarde, que con quién estaba, que en qué sitio... Y un sinfín, de preguntas más, que no estaba dispuesta a contestar, !!Parecía un interrogatorio!!

No soportaba a mi madre por querer controlar mi vida, por querer que viviera la vida como a ella le gustaba. Rabia y cólera recorrían mis venas. Cuando regresara a casa, no iba a dirigirle la palabra, comería algo y me encerraría en el cuarto, con mi música y mi ordenador.

Caminando dirección al instituto con los cascos puestos a todo volumen, no oía nada del exterior. Crucé la esquina, cuando al girar, vi un camión que se dirigía hacia mi, con toda velocidad, me quedé inmóvil, no fui capaz de reaccionar, mi pensamiento fue mi madre, estaba enfadada con ella y puede que no volviera a verla nunca más, tenía que haber actuado de otra forma, fue excesiva mi reacción con ella... En ese precio instante, noté el golpe en mi vientre...

!!!Ring ring ring ring!!! !!Ay!! desperté sobresaltada ¿Dónde estoy? En el hospital. Sin abrir los ojos intente mover las piernas, y con la mano derecha, toque mi cara, no tenía cables, ni nada por mi cuerpo... Abrí los ojos, estaba en mi cama, !Había sido una pesadilla!... Cuando me levanté, me vestí... Al llegar a la cocina,  mi madre me preguntó la misma pregunta que oí en mi pesadilla: Nena, ¿Dónde estuviste, anoche? ¿Con quién estaba?

Empecé a decirle que ya era mayorcita, que yo sabía lo que hacía, que siempre quería controlarlo todo, cogí la mochila del instituto y !!Pom pom!! cerré la puerta con todas mis fuerzas, estaba cansada, mientras bajaba las escaleras a toda  prisa, sentí que eso ya lo había vivido, y cuando salí a la calle note de nuevo esa sensación de relax... Entonces, di media vuelta, subí a casa, abrí la puerta, busqué a mi madre y le dije que anoche estuve con unos amigos, que se me fue el santo al cielo y que no volvería a pasar, que llevaba razón, la bese, tiernamente, dándole las gracias y diciéndole lo importante que era en mi vida.

Salí a la calle, me puse mis cascos y llegue a ese cruce, y de repente, vi ese camión venir hacia mí, era justo mi sueño, pero mi pensamiento era otro, no sentía ese remordimiento...

Cuando desperté, no estaba en mi cama, estaba en el hospital, una pierna rota y moratones por todo el cuerpo, pero desde ese día nunca salgo enfadada de casa y siempre le digo a mi gente lo mucho que me importa como si no hubiera mañana.





1 comentario:

Unknown dijo...

Precioso....