sábado, 18 de febrero de 2012

Rebajas: ¿Enfermedad transitoria?



La temporada de las Rebajas está llegando a su fin… Periodo que es aprovechado por muchos de nosotros para adquirir las últimas prendas de temporada. Sobre todo, en el mes de enero que es la excusa perfecta para aquellos regalos que no deseas comprar o una buena forma de ahorro: “cuando lleguen las rebajas ya te compro lo que sea (lo que sea en el primer caso nunca llega), que es más barato”.
Cada año que pasa entiendo menos las rebajas y la política de los centros comerciales,  ¿Qué entendemos por rebajas?: la disminución, descuento o reducción del precio de un producto.  Hasta aquí todos de acuerdo ¿No? 
Según el Instituto Nacional de Consumo, los centros tienen la obligación de ofrecer en rebajas los mismos productos que han estado a la venta en el establecimiento, ya que la rebaja  es una forma de eliminar  y dar salida a los productos que no se han vendido en la temporada.
¿Por qué entonces nunca veo los productos anteriores?, especialmente hablo de tiendas de ropas, como por ejemplo  Bershka o  Stradivarius, localizó una chaqueta y cuando voy a por ella no está… Es el expediente X en rebajas. 
Mi sorpresa fue  comprobar que  no había nada de la ropa o casi nada, para no faltar a la verdad, de días anteriores. ¡Eso sí!  En plena  estación de invierno abundaban las  camisetas de tirantes y mangas cortas, incongruencia de las rebajas.
Además, los productos deben ir acompañados del precio anterior con el porcentaje de descuento y el producto final, lo que no se puede hacer tampoco, es subirle al precio original para que con el descuento adquiera valores muy próximos a los que tenía en estado de no rebajas.
Tema aparte… pero no quiero terminar sin decir  ¿Esto le ha pasado a usted? Si la respuesta es afirmativa,  no salga de la tienda enfadada, esperando a que lleguen las rebajas del año que viene para ver esa chaqueta que tanto le gustaba, pida su hoja de reclamaciones y denúncielo… Nos volvemos locos con las rebajas pero no tontos.
En periodo de rebajas nos introducimos en esa locura transitoria que le llega al ser humano, ¡Lo siento chicas! Tengo que decirlo, especialmente  al sector femenino.  He llegado a la conclusión que el signo del porcentaje tiene un efecto de desinhibición en nosotras, ese palo con esos dos huevos, ¡!uy!!! Perdón círculos, hace que más de una perdamos la cabeza…
Llegamos como animales salvajes a las tiendas de ropa, siempre  en manada (acompañadas de amigas).  Y en cuanto a la organización del trabajo es la mejor  que he visto en mucho tiempo: tú mira la ropa, yo voy al probador y pillo uno, tú mientras ponte en la cola de pagar, y nos vamos cambiando…. !!Puf!! Qué estrés sólo de redactarlo. Aunque también he visto otra técnica, que a muchas les funciona, consiste en: rapidez y ejecución,  no nos probemos nada, cojamos la ropa y la pagamos… Da igual como nos quede ya tendremos tiempo en casa de probarla y venir a descambiarlas en estos días, lo importante no es la compra, es que nos vean con la bolsa  del lugar por la calle la Bola.
Pasada la segunda semana, todo esto se aplaca, el armario lleno amansa a las fieras… Y llega la hora de salir al exterior con la ropa que te has comprado, y entonces, es cuando viene a la cabeza esa pregunta ¿Por qué mierda me he comprado esto? Y tú misma te contestas frente al espejo: nena,  estaba barato,  vi el símbolo del 50% y aunque ahora no sepa muy bien por dónde se introduce la cabeza… ¡¡Me ha costado cinco euros!!... y te consuelas a ti misma diciendo: ya le daré alguna utilidad.
En fin, dejamos de pensar con la cabeza para pensar con el monedero cuando salimos de rebajas, por eso, es aconsejable marcar prioridades ¿Qué me hace falta? Y a partir de ahí elaborar la lista y buscarlo, no picar en rebajas del 60% que sólo sirven de relleno para las baldas.
No puedo evitar pensar, sobre todo, en periodo de  rebajas que el sistema capitalista está sustentado por mujeres, mujeres bajo los efectos del símbolo del porcentaje…  Lo digamos  o no…  Terminamos picando pero al menos tenemos trapos para el polvo.
Un beso a las afectadas de esta enferma.