lunes, 14 de enero de 2013

El grito silencioso


Sentada en el autobús mirando el paisaje, aguantando ese olor insoportable y esos gritos procedentes del fondo, pasan los minutos aproximándose el destino.

Cuando el destino casi puede palparlo con la mano, el autobús se detiene y el cuerpo de la mujer se desliza hacia delante y hacia atrás, hasta volver a su posición normal… Es justo, en ese preciso momento, cuando se oye decir que la chica debe esperar sentada hasta que todos los hombres bajen del mismo. Ella está enfadada pero no puede permitirse el lujo que se note, por que no tiene ningún derecho, está agobiada por que casi no tiene tiempo de nada y debe esperar a que todos bajen, está molesta pero debe agachar la cabeza sin mirar a ninguno a la cara y hacer de esa atrocidad algo cotidiano.

Cuando baja del autobús, nota una mano fuerte en su brazo, le duele pero no quiere gritar, la empuja hacia el suelo, intenta  aguantar el equilibrio como puede sin éxito, cae al suelo… Y aquel paisaje que venía contemplando se convierte en una manta que la cubre entera, empieza a gritar, no sabe qué hacer, está inmóvil…

Observa varios hombres a su alrededor, uno de ellos se inclina mientras se baja los pantalones, intenta a toda costa levantarse pero los demás la golpean y la dejan en el suelo sin fuerza, le levantan el vestido y nota un dolor tan desgarrador que en ese preciso momento lo único que pide a Dios es la muerte.  Las lágrimas caen por su mejilla, el dolor le invade todo su cuerpo, su corazón late cada vez más lento, cuando cree que la pesadilla ha terminado, nota como un segundo hombre se agacha hacia ella.

 Los lamentos de ese salvaje penetran en los oídos, el olor a sudor reseco se clava en su pituitaria, lo que le produce náuseas y  vomita en sí misma, mientras nota una y otra vez un desgarro en su interior, un dolor abdominal tan fuerte que durante minutos de su existencia pierde el conocimiento.

Regresa a   la realidad cuando ve la cara de otro hombre encima de ella, ya no llora, no quedan lágrimas, lamenta una y otra vez subirse al autobús, lamenta una y otra vez que no la golpeen más fuerte hasta producirle la muerte pero no llega…

Pasan minutos, horas, el tiempo se desvanece en ese instante, al incorporarse nota que le duele todo y cae al suelo sin volver a levantarse jamás.

 A raíz de oír el caso de Amanat, la joven india que ha sido violada en un autobús, muchas respiramos profundamente con un pensamiento: ¡qué suerte vivir en Europa!,  pero esta barbaridad no sucede en países menos desarrollados sino sucede a cualquier mujer independientemente del estatus social, de la procedencia, de la profesión, de la edad…

Indagando un poco he obtenido algunos datos  que hace que los vellos de la piel se ericen y que sientas un vacío en tu interior. Alrededor de 3000 violaciones en España al año, y una violación cada   6.2 minutos en EEUU… Sin palabras.

                                  
 
                                      Sólo me queda decir que ojalá ninguna más tenga que pasar por ese infierno.

miércoles, 2 de enero de 2013

SoñaR...


Nuevo año, nuevos propósitos… Nos empeñamos una y otra vez en hacer propósitos que al final no cumplimos o se quedan en un papel o simplemente en la cabeza y no sólo hablo de cosas superficiales como dejar de fumar, apuntarse al gimnasio y además ir, hacer deporte, viajar… Sino de lo que ruge en nuestro interior, esa voz que está pero no escuchamos, esa que nos dice que si queremos  podemos reciclarnos.

Cuando me paré un momento antes de comenzar el reloj a dar las campanadas, comprendí que absorbemos tan rápido la vida que minúsculos detalles nos pasan desapercibidos… Nos pasamos más de la mitad anhelando lo que no tenemos:  un buen coche, una buena casa, un ordenador de última generación, un  yo que sé… Y no nos damos cuenta que el verdadero disfrute es la búsqueda, cuando anhelamos un coche y lo conseguimos, en ese instante eres feliz, si me apuras un día o dos más, pero al tercero ya queremos otro.

Mientras buscamos, nos sucede algo tan especial y mágico que pasa delante de nosotros sin que lo saboreemos: SOÑAR, nos ilusionamos pensando en ese coche, en cómo será estar sentado en él, en conducirlo, en tener ese aliento de ir guardando cada día un poco para poder adquirirlo, traducido en esfuerzo, trabajo, dedicación, etc.

Para este 2013 pido soñar mucho, con la intención de  que algunos se cumplan y otros vayan saliendo poco a poco del tintero, ya que así,  seguiré teniendo esa ilusión cada día, ese brillo en los ojos que me hace inspirar lentamente cada momento.