Delano Roosevelt, Abraham
Lincoln, Salvador Allende, Gorbachov, Martin Luther King, Indira Ghandi o
Margaret Thatcher entre muchos más... Se están partiendo de risas donde quieran
que estén.
La política se ha quedado
reducida a connotaciones negativas. Todo parecer estar corrupto, contaminado,
hediondo…Sin hablar, del sector político, que queda relegado a personas sin
compromiso social, individualistas, egoístas, caciques, tiranos…
Es penoso escuchar a
María Dolores de Cospedal justificando la ausencia de José María Aznar y Jaime
Mayor Oreja en la convención del PP de Valladolid… O escuchar a nuestro
Presidente, con voz clara y sin que le temblara el pulso que la Infanta es
inocente y está convencido de ello (Puedes estar convencido pero no lo digas,
en vez de un favor, le has hundido la cabeza más en el barro)… O escuchar hablar a
Rubalcaba sobre que todo marcha de lujo en las primarias del PSOE…
Lo más lamentable es que
no solo sucede en el Gobierno central también en las pequeñas escalas, es una
ola que ha invadido al poder, ¿O a la clase política? No lo sé, solo sé que
actos como lo de ayer, dan vergüenza ajena, es repugnante.
Pensé que no vería en mi ayuntamiento a unos concejales
abandonando el Pleno, seguramente habrá pasado más veces pero que tengan que
dejar sus asientos porque no son escuchados, porque no interesa hablar de un
tema y prefieran evadir la respuesta.
¡Hemos perdido el juicio!
Una cosa es la corrupción, otra cosa es el
despotismo pero no querer debatir… Es un retroceso al Antiguo Egipto o a
Mesopotamia, es una falta de respeto no solo hacia los concejales si no hacia
todos y a cada uno de los ciudadanos que pensaron en ese momento: “Estamos en
un Anfiteatro Romano, donde solo puede
rugir la Leona (Quise decir el César, no sé en qué estaría pensando)… y si eso
lo hacen con ellos, sus “compañeros” en el pleno, ¿Por qué con nosotros, los
ciudadanos, debe ser diferente?”
La política debe
entenderse, y así se define, como una rama de la moral que debe buscar el bien
común para y por la sociedad. Y en este camino, los políticos deben respetar la
moral y deben unirse a la lucha de la sociedad, de todo el conjunto. Dar pan a
quien tiene la nevera llena, es fácil… Lo difícil es dar pan o ayudar a tenerlo
a quien la tiene vacía.
Su fin es velar, cuidar, proteger al ciudadano
en las distintas áreas: economía, sanidad, educación, cultura, etc. Es, en
esta vía, donde algunos se han desviado del camino, pero que no se olviden que
no somos tontos, que tenemos memoria, y que la honra es algo que debe ganarse
día a día… Y si no sois capaces de ellos DIMITIR o reconocer vuestras erratas.
A pesar de todo, sigo
pensando que existen muchos políticos que amparan a la ciudadanía y que su meta
es el bienestar común de muchos, no de unos pocos, por ellos sigo creyendo en
política, por ellos seguiré diciendo que no todos los políticos son unos
sinvergüenzas, y por ellos seguiré teniendo esperanza de ver el cambio.